sábado, 28 de septiembre de 2013

Artrosis

ETIOLOGÍA

Osteoartritis deriva del prefijo griego osteo-, que significa "del hueso", combinado con artritisartr-, que significa "articulación", e -itis, cuyo significado ha llegado a ser asociado con inflamación. Así, -itis de osteoartritis puede ser considerado engañoso ya que la inflamación no es una característica conspicua. Algunos médicos se refieren a esta condición como osteoartrosis para denotar la ausencia de una respuesta inflamatoria.




EPIDEMIOLOGÍA

Factores de riesgo

  • Edadpersonas adultas sobre los 45 años.
  • Sexo: Igual para ambos sexos, pero en las mujeres se presenta a edades más tempranas (45 años).
  • Mujeres: Predomina en la rodilla y en las articulaciones interfalángicas (manos).
    • Hombres: Predomina en la cadera.
  • Obesidad: Cuadruplica el riesgo si la persona se encuentra por encima del IMC considerado normal.



SIGNOS Y SINTOMAS

Los síntomas de la artrosis son progresivos y dilatados en el tiempo. Quizá el síntoma más temido sea el dolor, que en un primer estadio está asociado al movimiento y al esfuerzo al que se somete la articulación. En esta fase, el dolor cesa con el reposo. Posteriormente, el agravamiento de la artrosis hará que el dolor aparezca tras el reposo y tras el ejercicio prolongado estos periodos de tiempo se van dilatando y haciendo más continuos, hasta que el dolor es casi constante. El reposo provoca que los músculos que rodean la articulación se atrofien. Además, en otros casos, el dolor y las deformaciones de los huesos provocan contracturas musculares.

El deterioro muscular ayuda a que la enfermedad sea más severa, puesto que coarta los movimientos naturales de la articulación y produce más dolor. Otro síntoma de la enfermedad es la rigidez de la articulación que impide que los movimientos se desarrollen sin dolor. Las zonas cervical y lumbar de la columna también pueden verse afectadas por esta enfermedad.



















DIAGNÓSTICO

aspiración del líquido sinovial.

Con una entrevista con el paciente y una exploración articular se suele conseguir la diagnosis. Si el especialista quiere confirmar el diagnóstico y determinar cual es el estadío de la enfermedad, se pueden realizar pruebas que consisten en la aspiración del líquido articular mediante una artroscopia (suele utilizarse sólo en la articulación de la rodilla) o la realización de radiografías u otras técnicas de imagen (ecografía, escáner, etc).


PREVENCIÓN

Es recomendable llevar una dieta sana y equilibrada, realizar ejercicio físico moderado (acorde con la edad y el estado físico de la persona) y evitar la obesidad.En caso de padecer ya la enfermedad, se deben evitar los movimientos que producen dolor, ya sea utilizando preferentemente otras articulaciones o limitando el uso de las enfermas. Sin embargo, esto no quiere decir que se deba tender a la situación de inmovilidad de estas últimas. Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental tanto para mantener la movilidad como para fortalecer los músculos y así evitar que la articulación quede fláccida. Este ejercicio debe ser suave y que no provoque dolor. Si es excesivo, ya sea en tiempo, esfuerzo o intensidad, siempre será perjudicial.

TIPOS DE ARTROSIS

  • La artrosis produce dolor en las partes interna o frontal de la rodilla cuando se la obliga a un esfuerzo. Por este dolor, y por la evolución degenerativa, puede producir cojera cuando la enfermedad alcanza un estadio severo. Además, en cualquier momento de la enfermedad, el movimiento de la articulación suele causar chasquidos.
  • La artrosis en las manos puede estar ligada al sexo femenino y a la herencia genética. Empieza por una articulación y se va extendiendo al resto: el dolor acompaña la evolución de la enfermedad, siendo más fuerte al principio, y mitigándose a medida que aparecen los “nódulos”. Las molestias suelen desaparecer a medida que la deformación se completa. La funcionalidad de la mano es normal salvo que la articulación quede un poco flexionada o desviada.

  • TRATAMIENTO






  • Existen medicamentos, antiinflamatorios y analgésicos, que pueden ayudar a aliviar los síntomas producidos por la artrosis: tanto el dolor como la rigidez de la articulación. Estos fármacos tienen el inconveniente de que pueden producir problemas gástricos como las úlceras. Por otra parte, el sulfato de glucosamina puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.
  • La rehabilitación de la articulación dañada es otro procedimiento habitual en el tratamiento de la artrosis.
  • Fisioterapia y tratamiento con calor local: para aliviar el dolor de los dedos es recomendable, por ejemplo, calentar cera de parafina mezclada con aceite mineral a una temperatura de 48 a 51 ºC, para luego mojar los dedos, o tomar baños tibios o calientes.
  • Tratamientos quirúrgicos: la cirugía también resuelve los casos en que las articulaciones de carga (cadera) estén muy dañadas debido a un estado muy avanzado de la enfermedad. Sin embargo, como todas las intervenciones quirúrgicas, éstas tampoco están exentas de riesgo. Los problemas principales que pueden aparecer después de una operación son: desprendimiento de la prótesis, debido a que ésta no encaja bien, o las infecciones.
  • COMPLICACIONES
  • La complicación principal es la limitación de la movilidad de la articLulación con la consiguiente incapacitación del individuo para realizar determinadas actividades.