ETIOLOGÍA
Osteoartritis deriva del prefijo griego osteo-, que significa "del hueso", combinado con artritis: artr-, que significa "articulación", e -itis, cuyo significado ha llegado a ser asociado con inflamación. Así, -itis de osteoartritis puede ser considerado engañoso ya que la inflamación no es una característica conspicua. Algunos médicos se refieren a esta condición como osteoartrosis para denotar la ausencia de una respuesta inflamatoria.
EPIDEMIOLOGÍA
Factores de riesgo
- Edad: personas adultas sobre los 45 años.
- Sexo: Igual para ambos sexos, pero en las mujeres se presenta a edades más tempranas (45 años).
- Mujeres: Predomina en la rodilla y en las articulaciones interfalángicas (manos).
- Hombres: Predomina en la cadera.
- Obesidad: Cuadruplica el riesgo si la persona se encuentra por encima del IMC considerado normal.
SIGNOS Y SINTOMAS
Los síntomas de la artrosis son progresivos y dilatados en el tiempo. Quizá el síntoma más temido sea el dolor, que en un primer estadio está asociado al movimiento y al esfuerzo al que se somete la articulación. En esta fase, el dolor cesa con el reposo. Posteriormente, el agravamiento de la artrosis hará que el dolor aparezca tras el reposo y tras el ejercicio prolongado estos periodos de tiempo se van dilatando y haciendo más continuos, hasta que el dolor es casi constante. El reposo provoca que los músculos que rodean la articulación se atrofien. Además, en otros casos, el dolor y las deformaciones de los huesos provocan contracturas musculares.
El deterioro muscular ayuda a que la enfermedad sea más severa, puesto que coarta los movimientos naturales de la articulación y produce más dolor. Otro síntoma de la enfermedad es la rigidez de la articulación que impide que los movimientos se desarrollen sin dolor. Las zonas cervical y lumbar de la columna también pueden verse afectadas por esta enfermedad.
DIAGNÓSTICO
- Existen medicamentos, antiinflamatorios y analgésicos, que pueden ayudar a aliviar los síntomas producidos por la artrosis: tanto el dolor como la rigidez de la articulación. Estos fármacos tienen el inconveniente de que pueden producir problemas gástricos como las úlceras. Por otra parte, el sulfato de glucosamina puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad.
- La rehabilitación de la articulación dañada es otro procedimiento habitual en el tratamiento de la artrosis.
- Fisioterapia y tratamiento con calor local: para aliviar el dolor de los dedos es recomendable, por ejemplo, calentar cera de parafina mezclada con aceite mineral a una temperatura de 48 a 51 ºC, para luego mojar los dedos, o tomar baños tibios o calientes.
- Tratamientos quirúrgicos: la cirugía también resuelve los casos en que las articulaciones de carga (cadera) estén muy dañadas debido a un estado muy avanzado de la enfermedad. Sin embargo, como todas las intervenciones quirúrgicas, éstas tampoco están exentas de riesgo. Los problemas principales que pueden aparecer después de una operación son: desprendimiento de la prótesis, debido a que ésta no encaja bien, o las infecciones.
- COMPLICACIONES
- La complicación principal es la limitación de la movilidad de la articLulación con la consiguiente incapacitación del individuo para realizar determinadas actividades.
CASO CLÍNICO¿Cómo se debe evaluar y tratar a esta paciente?
Mujer de 66 años, obesa, que consulta por dolor bilateral de rodilla de
inicio gradual durante muchos meses, que viene limitando sus
actividades físicas de forma progresiva. La pasada semana estuvo a
punto de caer mientras bajaba una escalera. No recuerda traumatismos
previos en la rodilla ni presenta rigidez matutina o dolor en otras
articulaciones. Ha iniciado tratamiento con paracetamol, a dosis de 500
mg una vez por la mañana, sin mejoría. No tiene antecedentes de úlcera
ni de hemorragia digestiva.
TRATAMIENTO
RECOMENDACIONES :
El dolor relacionado con la actividad, como el que presenta la mujer del
caso clínico, es característico de la artrosis.
Debe realizarse un examen físico para valorar la existencia de otras
causas de dolor diferentes y para evaluar las anormalidades asociadas
con la artrosis como una deformidad en varo o valgo.
La radiografía de la rodilla no está indicada de manera sistemática,
aunque sí lo estará si el paciente no responde al tratamiento con
paracetamol. Si hay derrame, debe considerarse la artrocentesis.
Los pacientes que no responden al paracetamol pueden ser tratados
con AINE y un inhibidor de la bomba de protones.
La capsaicina por vía tópica ha demostrado un beneficio moderado y
también debería considerarse.
Las inyecciones intraarticulares de corticoides pueden aliviar el dolor
durante un corto período de tiempo.
Debería remitirse al paciente para la realización de ejercicios de
fortalecimiento muscular. Debe recomendarse, asimismo, la pérdida de
peso.
Aunque hay pocos datos que avalen la eficacia de las rodilleras de
neopreno, sería recomendable su uso cuando salga a caminar, incluso
en ausencia de deformidad en varo, ya que reducen el dolor y alinean la
articulación.
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